Obsesionados con que les pidan Perdón..





Este es un tema, que me he dado cuenta que ha andado deambulando en mi familia, por generación y se traslada a las generaciones consecuentes, es el hecho que si tu cometes un error debes pedir perdón, desde la forma arcaica de los abuelos de hincarte y pedir de rodillas el perdón para que no continúes siendo golpeado, o castigado por una acción que no se considera correcta.
Y el caso que pediste perdón, entre lagrimas, con miedo, y se da la sorpresa que tu no cometiste nada, que son los grandes los de los problemas tu ibas pasando, y por azares del destino te toca a ti hacerte cargo de la responsabilidad, yo puedo decir a ciencia cierta las veces que me acusaron de cosas que no hice o por actitudes me obligaron a pedir perdón, lo hacia quizás para que no me pagaran, o por temor a los gritos de mi madre, y abuela.
Pero grande he pensado que esa no es la forma, porque conforme fui creciendo me achacaban errores  que ni siquiera habían sido míos, irresponsabilidades que no eran míos, y se daban cuenta que siempre dije la verdad, pero jamás dijeron que les disculpara, o perdón…. Eso si a a esas alturas ya le había pedido perdón en procesión hincada a todos los presuntos ofendidos.
Ahora resulta que este patrón se repite en cada uno de los integrantes de la segunda generación, una obsesión porque les pidan perdón, quien sea, motivos que lo vio mal cuando estaba chiquito, que siempre es el abnegado y la otra persona déspota se aprovecha de su amor.
Que los tíos les pide a los sobrinos, y exigen la petición de perdón para los hijos de sus hijos, por cosas que pasaron como juego o  pleito de niños, o que tal el que rencuentra a su hija y le ataca y le reprocha y de paso le insulta, y no se da cuenta que es el que debe pedir perdón, por haberle dejado, por ser tan inhumano, por ser tan vanal y pensar solo en el, y que ha estas alturas siguen orgulloso, y soberbios aferrados a una vida o a un mundo que ellos mismos han creado. Supongo que es normal, querer ver menos a los demás, para sentirnos grande, dicen que con la vara que midamos seremos medidos, eso me preocupa porque cierto sector familiar que se encargo de hacer el mal, y de obsesionarse con que les pidan perdón al final estarán solos con su recuerdo de quienes son, y si nadie que les quiera y le tienda la mano, justo o injusto, júzguelo usted, y si pide perdón hágalo de corazón, si pide disculpas también hágalo sinceramente no necesita una humillación, ni preceder la disculpa de te perdono o me perdonas aunque tu tienes la culpa a veces hay que llevar la dignidad y a la par la humildad para ser verdaderos seres humanos